miércoles, 9 de junio de 2010

Educación y Globalización














a)Definición de globalización, antecedentes, características y sus implicaciones en la educación :

- ¿Qué es la Globalización? :Es una etapa, es una expresión, una corriente de comportamiento sociocultural, con sus matices y características muy peculiares; definida por Domingo Alberto Rancel en su libro la globalización y sus consecuencias (P.11):

“Coyuntura histórica en la cual el planeta gira en torno a un mismo sistema económico, obedece a un solo orden político y exige una única potencia militar” .

De acuerdo con esta versión, el fenómeno sería unidireccional, ideológico y altamente político.
Desglosada tendríamos que el sistema económico, es el capitalismo en su fase neoliberal, determinado por consumismo, la producción en serie, competencia, monopolio etc. Fortalecido a raíz del derrumbe del socialismo; el orden político estaría cimentado en la llamada democracia burguesa, la única potencia es los Estados Unidos; pero más allá de esta interesante visión, tenemos que la globalización es la expresión histórica de una sociedad planetaria sin fronteras tendiente a uniformar patrones de conducta como jamás se habían visto con incalculables consecuencias que toca todas las aristas del comportamiento humano en donde quiera que esté presente.
-Como características podemos citar :

1.Uniformidad en la diversidad.

2. Universalidad .

3. Totalidad de los aspectos que involucra.

4.- La irreversibilidad; al respecto el mismo Tripier en artículo publicado en El Nacional señala “La globalización la vamos haciendo todos los días. Creo que es un rumbo definido; y tendrá la forma que nosotros querramos darle”.

-Entre sus antecedentes podemos señalar como lo indican la mayoría de los autores:

1. La globalización de carácter financiero.

2. La globalización de transacciones de bienes y servicios.

3. El desarrollo increíble de las tecnologías de la comunicación a partir del lanzamiento del primer satélite espacial que revolucionó las relaciones informativas entre los pueblos.

b ) La Globalización en la Educación :

La Globalización está presente en nuestra actividad diaria y afecta profundamente a la educación como proceso integral que propugna en el sujeto una escala de valores y principios que le permitan vivir en sociedad; desarrollarse y crear bases culturales sólidas y permanentes que lo eleven y lo dignifiquen a planos superiores en convivencia armoniosa y cooperadora con sus congéneres .

Nuestra legislación en materia educativa recoge lo siguiente :

Art 1 de la Ley de Educación “La Educación pública tiene por finalidad la formación y desarrollo intelectual de los habitantes del país y contribuir a su mejoramiento moral y físico”.

Tal finalidad ha de armonizarse con el propósito de formar ciudadanos que, con exacta valoración de nuestra tradición, tengan conciencia del destino histórico de Venezuela y capacidad para colaborar eficazmente al cumplimiento de este destino, dentro de los principios en los cuales se sustenta nuestra democracia y con definida voluntad de cooperación internacional” (1955)
Y en el anteproyecto de Ley Orgánica de Educación aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional, en el artículo 5 se señalan las siguientes finalidades:

1.- Formar ciudadanos para una sociedad democrática, participativa, protagónica, multiétnica y pluricultural.

2.- Favorecer el desarrollo integral del individuo..

3.- Generar condiciones que garanticen la participación activa del estudiante….

4.- Formar al ciudadano con conciencia de nacionalidad y soberanía.

5.- Promover la enseñanza del castellano y proteger el desarrollo de los idiomas indígenas.

6.- Fomentar actitudes positivas para la investigación e innovación.

7.- Impulsar la creación artística y el Patrimonio Nacional.

8.- Estimular la educación física y la práctica deportiva.

9.- Desarrollar conciencia de aprovechamiento racional de los recursos naturales.

10.- Fomentar actitudes de solidaridad, cooperativismo. Trabajo, justicia, equidad y bien común.

11.- Defender los valores fundamentales de derecho a la vida, al trabajo, cultura, justicia social, e igualdad de derechos.
12.- Respeto a los derechos humanos, las libertades, comprensión, tolerancia y amistad entre todas las naciones.

13.- Impulsar la integración latinoamericana, la democratización, el desarme nuclear y el equilibrio ecológico en el mundo.

Por otro lado, seguir señalando que la globalización de la educación es un tema complejo que se presta a generalizaciones. La única manera de analizarlo es por aproximaciones que no tengan en cuenta la enorme complejidad de la situación global, la gran diferenciación y asimetría que en materia de desarrollo y diversos adjuntos concretos, en economía y estructura social, caracteriza a los diferentes países, regiones y culturas.

La educación es una parte apenas – pero fundamental – de muchos aspectos del desarrollo social en un sentido amplio y de afirmación de los elementos permanentes positivos en la evolución de la sociedad. (Urquidi, 2001). En este sentido, Víctor Urquidi, especialista en el tema de educación y globalización, señala que en el ámbito de la globalización hay que ver el mundo en su conjunto y todos sus elementos.

El desempeño educativo es diverso en función de niveles y resultados ya logrados, por ejemplo, los países europeos (occidentales y orientales) y los industrializados en general han alcanzado la educación formal básica necesaria para todos los jóvenes en edad escolar. (Urquidi, 2001: 287) .

Existe en estos países una experiencia conocida que se investiga continuamente, para evaluar lo que se ha logrado, cuáles fueron los errores y cuáles los resultados positivos, cómo se pueden evitar aquellos y mejorar éstos. En tales países nadie duda ya o se cuestiona la posibilidad de completar el ciclo de educación básica y el ciclo medio. La proporción que llega a la educación superior es de un 40% o más de la cohorte de edades respectiva. (Urquidi, 2001: 287).

En cambio en los países en desarrollo, la experiencia es variada y cada vez más difícil de interpretar. Las situaciones en perspectiva no son, en la mayoría de los países, las mismas de cuando había poca población. Ahora la población es abundante, a veces abrumadora en número, y la tasa de incremento demográfico ha sido fuerte en el momento de iniciar la expansión de la oferta educativa, o continúa siéndolo. En la mayor parte de las naciones latinoamericanas, la educación primaria sigue estando incompleta en las áreas rurales, esto es para grandes sectores de la población. Muchos de los cuales no tienen siquiera acceso a terminar el ciclo, ni disfrutan de instalaciones, ni de maestros adecuados; situación que podemos observar también, de manera general en México.

En este sentido, en los países en desarrollo debe tenerse en cuenta la falta de continuidad de las políticas educativas. Los conflictos internos, los desastres, los cambios de gobierno y las inestabilidades interfieren con la formación de los maestros y con el proceso continuo de evolución educativa. Además, la educación tiene contexto social, de manera que si no existen las condiciones acompañantes – por ejemplo, nutrición adecuada, salud, mejoramiento de comunidades – la educación bien puede fallar. La educación no es un elemento aislado. Se olvida a veces que en los países en desarrollo el tamaño de los territorios y la accesibilidad de grandes regiones no es siempre favorable. (Urquidi, 2000: 289) .

Por lo anterior, se puede observar que la globalización de la educación ha de ser una meta, o al menos es una tendencia inevitable en la sociedad mundial. Quiere decir que en un gran número de países se tenderá a orientar la educación conforme a las exigencias del mercado, es decir, de la demanda. La globalización termina por afectar otros aspectos de la sociedad, sobre todo la economía, lo que crea cambios en las políticas educativas hacia una mejor integración de una sociedad en la economía mundial. Por el incremento demográfico puede haber más necesidad que antes de proveer educación, pero ésta se orienta por el mercado o por lo que se percibe como mercado. La alternativa sería lo que antes se decía y hacía: una educación no planeada pero con objetivos culturales.

Hace unos 60 años se empezó a hablar de planeación de la educación. La planeación se volvió una palabra mágica, aun en el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) de la UNESCO, aunque ahora tiene diversos significados. Ya sea orientada por la demanda o en función de metas económicas y sociales generales, se debe cuestionar qué tanto de lo que se hace o deba hacerse se reduce simplemente a alcanzar metas que otros países han alcanzado o que la gente cree deban alcanzarse porque los esfuerzos no han sido suficientes.

En México, las instituciones estatales como la Secretaria de Educación Pública (SEP) miden el desempeño educativo y la participación en el sistema escolar formal por la matrícula (inscripción), pero no se sabe si los educandos asisten a la escuela. Hay estudios que demuestran el absentismo escolar, la deserción, el absentismo de los maestros, el bajo rendimiento escolar y la falta de interés y apoyo familiar. Por ejemplo, las cifras nos muestran que en México hasta el año 2002, el índice de deserción de estudiantes fue del 1.5% en nivel primaria; en nivel de secundaria fue del 6.9%, en el nivel bachillerato y nivel profesional técnico desertaron el 23% y el 15.1% respectivamente, de la población estudiantil. (INEGI, 2003). Las estadísticas son engañosas y por desgracia se usan en las esferas públicas, los medios de comunicación y hasta en ciertos círculos académicos.

Debido a los factores de deserción mencionados, que se han dado recientemente, se cree que la calidad de la educación ha declinado en muchos países, aun en los Estados Unidos y en países como México; sobre todo en las ciudades pequeñas, en los asentamientos urbanos irregulares y zonas rurales donde la calidad y la constancia en la enseñanza son más bajas y donde faltan instalaciones para inducir a los estudiantes a leer, estudiar y hacer experimentos. También los aspectos metodológicos han fallado. Todo ello tiene que ver con el concepto de la planeación de la educación. Está en duda si pueden cumplirse normas mínimas de educación y si pudiera requerirse más en función de la demanda como elemento dinámico de un sistema educativo.
En un estudio apoyado por el IIPE que se llevó a cabo en México, se buscaba respuesta a la forma en que el sistema educativo se relacionaba con las necesidades de la industria electrónica y el empleo de equipo electrónico. (Mercado, 1990) Este estudio nos puede indicar uno de los primeros antecedentes de la incursión de las nuevas tecnologías, refiriéndonos concretamente al uso de las computadoras en la educación. Para ello, se hizo una encuesta sobre las fuentes de conocimiento y adiestramiento en los niveles secundarios y vocacionales, así como en las universidades e institutos tecnológicos y, al mismo tiempo, se efectuaron encuestas entre los usuarios empresariales y otros de personal que tuvieran conocimiento y práctica de operaciones electrónicas.

Con la información obtenida, se encontró en general que las empresas no se interesaban en lo que pudiera aprenderse en la escuela, ni en el certificado ostentado por el estudiante, sino que preferían buenos egresados promedio de las escuelas secundarias o de nivel medio superior y hasta superior, con base en entrevistas. Estos graduados debían demostrar inteligencia, obtener índices altos mediante pruebas y, según el análisis de sus resultados, se les contrastaba para adiestrarlos o capacitarlos. En algunos casos, las empresas han apoyado a instituciones de adiestramiento capaces de dar estos servicios en beneficio de ellas mismas. De ser correctas estas apreciaciones, no se puede concebir la globalización de la educación sin comprender, durante el proceso, el componente, complemento o sistema paralelo de adiestramiento o capacitación – en todos los niveles – teniendo en cuenta la rapidez del cambio tecnológico.

c)Efectos de la globalización sobre la educación:

1.Hace universal la concepción del hombre.

2. Incide fuertemente sobre valores, principios y costumbres que tradicionalmente .

3. Universaliza el conocimiento.

4.Incide con las tradiciones regionales ancestrales.

5.Propugna, de alguna manera, los programas únicos, ya que organismos internacionales harán el trabajo con nuestros llamados planificadores.

6.Influyen en el diseño de Las Leyes de Educación, en sus distintas concepciones.

7. Altera la concepción del hombre plural y autocrítico, ya que todo vendrá diseñado y preparado para ser digerido. En su lugar el sujeto de opiniones sobre verdades transmitidas.

8. La actividad del alumno será totalmente diferente a la tradicional, no habrá que ir a bibliotecas a ojear libros para responder tareas o investigaciones, bastará con sentarse en cualquier centro de comunicaciones, ingresar al internet y “bajar” la información esperada. - las llamadas bibliotecas virtuales - Así fichas y apuntes quedarán en otro estante y en su lugar estarán las llamadas tareas dirigidas para las cuales ya hay programas específicos que se vende en el mercado.

9.Configura los contenidos curriculares en función de los hechos mundiales predominantes, que deberán cambiarse estructuralmente, de lo contrario seremos unos analfabetas tecnológicos; en ese mismo orden de ideas preparar un nuevo docente capaz. no solamente comprender estas tecnologías, sino reciclarlo permanentemente para que pueda estar en sintonía con esos cambios fantásticos y lograr su acceso a este mundo complejo y dinámico que no duerme, sino que inventa y se reinventa a cada instante, en ese sentido no interesa el conocimiento en si; si no la disposición del sujeto a tomar tecnologías y “desplazarlas” enseguida para asimilar las otras que atropelladamente se acercan, esto también nos hace inferir que esa educación fundamentada en los ideales de un humanismo tradicional y fosilizado, estaría dando paso a una educación instrumentalista del manejo de tecnologías que obligatoriamente darán acceso al saber, al cual solamente dominaremos si conocemos el intrincado manejo de guías, instructivos, teclas y equipos, también podemos deducir que el papel del educador en esa formación del niño será cada vez menos perceptible en la formación de valores, los estereotipos, modelos e imágenes paradigmáticas vendrán por los medios audiovisuales como las televisoras locales y de cables, DVD, VHS, filmadoras Etc. que en segundos harán un paseo por el globo terrestre. En cuanto a la metodología para la enseñanza en la llamada educación media y universitaria cambiaria, por no decir que está cambiando el sistema, y será la educación a distancia totalmente despersonalizada la que jugará el papel preponderante; investigaciones, exámenes, evaluaciones.

10.El alfabetismo no se medirá por la capacidad de descifrar signos y gráficos, sino por la capacidad de interpretar ampliamente el entorno donde vive el sujeto.
De modo global , se podría seguir comentando que si otro de los efectos de la globalización es la revolución tecnológica aplicada al conocimiento, la educación debería verse fuertemente concernida. Sin embargo, hay autores que lo niegan con bastante rotundidad. Uno de ellos es Noel F. McGinn, profesor de Pedagogía de la Escuela de Educación para Graduados de la Universidad de Harvard, que en 1997 publicó un polémico artículo precisamente sobre los efectos de la globalización en los sistemas educativos nacionales.

Parte McGinn de la idea de que la "corriente actual de integración económica ha venido avanzando a ritmo acelerado desde principios de los años sesenta como mínimo. No obstante, tras cuarenta años de incesante hincapié en la integración económica, ningún sistema educativo difiere mucho de lo que era cincuenta años atrás" (McGinn, 1997: 43). Sólo admite este autor una excepción, y es el cambio que se ha producido en muchos países con la descentralización, si bien, añade, este cambio no ha afectado a la esencia de la educación, al proceso mismo de la enseñanza y del aprendizaje, sino a la administración de la educación. Dado que es el único cambio importante, a la descentralización le dedica el grueso de su artículo.

Considera McGinn que las políticas de descentralización -correlato de los que ha sido el posfordismo en la organización de las empresas- no han dado como resultado ni un aumento de la escolarización, ni han mejorado la educación, ni siquiera han aumentado la participación local en este proceso. Las escuelas, dice, "que ahora están a cargo de las autoridades locales no parecen ser muy diferentes de las que anteriormente dependían de las autoridades centrales" (ibídem: 45). Ello es así porque, paradójicamente, las escuelas han estado siempre descentralizadas de facto, ya que la inspección central ha sido poco frecuente y las órdenes de arriba han sido siempre interpretadas por los profesores para ajustarlas a su propio entorno. La verdad es, dice McGinn, que "en las aulas, los profesores enseñan lo que quieren y de la forma que desean, porque saben que la visita anual del inspector se le va a anunciar de antemano" (ibídem). En realidad, McGinn plantea, sin utilizar expresamente estos términos, el problema de la cultura escolar y de su resistencia a las reformas o instrucciones "desde arriba", atribuyendo esta resistencia al carácter conservador que suele tener el profesorado en la mayoría de los países (incluyendo también aquí a los padres de los alumnos).

En segundo lugar, la descentralización le parece un fracaso porque "los aspectos más esenciales de la educación no formaban parte de lo que ha sido descentralizado" (ibídem: 46), en una alusión clara a que se ha transferido la administración de las escuelas pero, al mismo tiempo, se ha mantenido o aumentado el control sobre el currículo y la evaluación, aspectos éstos sobre los que tendremos que volver más adelante.

En tercer lugar, las autoridades locales, teóricamente favorecidas por la descentralización, no han mostrado en numerosos países interés real en asumir la responsabilidad de la educación, atribuyendo este fenómeno a la ausencia de una tradición de autogobierno local, a la no transferencia correlativa de recursos o a la ausencia de una coherencia cultural en las mismas autoridades locales.

Aun compartiendo algunas de las tesis de McGinn, la opinión de Carnoy es, por el contrario, que la globalización está teniendo "un gran impacto sobre la educación, en tres direcciones principales" (Carnoy, 1999: 146):

a) En el plano estrictamente económico, ya que, como veremos, los gobiernos se encuentran presionados, por varios motivos, a reducir el gasto público en general, siendo el gasto en educación uno de los más afectados. Ello ha supuesto un debilitamiento general de la educación pública, variable según el color ideológico de los diferentes gobiernos, y una polarización hacia otras fuentes de financiación, es decir, una apuesta por la privatización de la educación y, en consecuencia, una mayor participación de las familias en el gasto de la educación.
b) El plano de las relaciones entre el sistema educativo y el sistema productivo, caracterizado este último, como hemos visto, por la interacción entre los procesos de producción, distribución y gestión del conocimiento y de la información en red, se ha visto también afectado, ya que se espera del sistema educativo la formación de una mano de obra altamente cualificada, o, lo que es lo mismo, la atención preferente a la educación secundaria superior y a la formación universitaria, en detrimento de la educación básica de carácter general que, en rigor, sólo tendría que producir una mano de obra de baja cualificación. El nuevo discurso de la excelencia, añadimos nosotros, tiene aquí un buen encaje.
c) El plano mismo del currículo se ha visto alcanzado por la globalización, ya que las exigencias del mercado laboral estarían induciendo a poner todo el énfasis sobre un currículo en que las ciencias y las matemáticas ocupen el máximo lugar, en perjuicio de las demás áreas de conocimiento y de la formación general, todo ello con independencia de que se estén introduciendo factores economicistas en la misión específica de la educación, tanto en su vertiente privada -desarrollo integral de la personalidad del individuo- como en su vertiente pública -funciones culturales, sociales y políticas de la educación en una sociedad democrática.
Teniendo en cuenta otras perspectivas, cabe considerar también que los efectos de la globalización sobre la educación no son despreciables en modo alguno, si bien los análisis se ciñen casi exclusivamente a los aspectos institucionales de la educación. Así, Francesc Pedró y José Manuel Rolo, en el documento de trabajo que presentaron a la VIII Conferencia Iberoamericana de Educación, señalan los siguientes cambios (Pedró y Rolo, 1998: 266-271):
•Se está produciendo una convergencia curricular en los sistemas educativos, cuya fuente son principalmente los modelos occidentales. Entre los contenidos que convergen se subrayan los relativos a la lengua inglesa y la informática.
• Se observa una convergencia estructural, esto es, una tendencia a consolidar una etapa larga de formación básica que incorpore la antigua enseñanza secundaria elemental, facilitando así, junto con la convergencia curricular, la movilidad de los estudiantes y, posteriormente, la de los mismos trabajadores.
• Se está produciendo cierta globalización de las políticas educativas relativas al gobierno y administración de los sistemas educativos, centradas fundamentalmente en la desregulación y la competición. La desregulación quiere decir en educación la retirada del Estado como principal responsable de los sistemas educativos, ocupando su lugar la espontaneidad del mercado y una mayor o menor privatización de la educación. La llamada a la competición implica una apelación a la rivalidad entre los centros docentes, siendo considerados los alumnos como clientes que deciden a favor de los más eficaces.
• Se asignan a los sistemas educativos objetivos globales que pueden ser ajenos a las necesidades nacionales, incluso de carácter económico.
Obviamente, dentro de las características señaladas, unas pueden tener efectos positivos, y otras, negativos. Todo deriva de la consideración, o no, de la globalización como un fenómeno puramente económico. Así, la tendencia a que los sistemas educativos converjan en determinados aspectos puede ser positiva para la movilidad y para una visión más global de los problemas propios del siglo XXI, pero también puede imponer modelos culturales que pugnen con los valores propios de los diversos países, en definitiva con la identidad forjada a lo largo de muchos siglos. La adecuación entre los sistemas educativos y las necesidades del mercado laboral continuará siendo una necesidad insoslayable de la educación moderna, siempre que los sistemas no se conviertan en sólidos agentes de la estratificación social, contribuyendo incluso a producir la exclusión social de masas importantes de población. El acento en la competición puede significar un esfuerzo por el desarrollo de las mejores competencias y habilidades de la población, pero sin olvidar por ello otras dimensiones del ser humano, especialmente la cooperación y la solidaridad entre los hombres. La adopción de políticas dirigidas a resolver los problemas que plantean hoy el gobierno y la administración de los centros docentes puede facilitar, por comparación, la solución de muchos problemas actuales, siempre que esa política no se imponga como la única posible, tal y como gusta presentar a buena parte de los autores neoliberales (en una traslación más del "pensamiento único").
En definitiva, dada la especial vinculación histórica entre los sistemas educativos y el Estado, lo que la globalización de la educación está planteando en este campo es, al igual que en otras esferas de la vida humana, el papel del Estado. Pero aquí nos encontramos ya a un paso, a veces no perceptible, de la ideología de la globalización.
Ya se señaló cómo curiosamente, el nacimiento de la globalización en la década de los setenta, y su desarrollo posterior, fue posible gracias a la decidida intervención de los Estados, que hicieron posible la desregulación de los mercados, el libre comercio y la expansión de la inversión. Por ello la pregunta clave sigue siendo: ¿ha disminuido con la globalización el poder de los Estados nacionales? La respuesta no es univoca. Como afirma Carnoy, en cierto modo ese debilitamiento se ha producido ya porque los Estados nacionales se han visto obligados, para favorecer la llegada de la inversión extranjera y del capital internacional, a adoptar determinadas políticas que no controlan y que pueden producir efectos perversos, tales como el incremento de las desigualdades sociales en su propio suelo, con grave erosión de la cohesión social y consiguiente aumento de problemas con los trabajadores e inestabilidad social. Pero también es verdad que gran parte del Producto Interior Bruto de las naciones sigue produciéndolo la economía domestica, y en este terreno la acción de los Estados sigue siendo decisiva para producir lo que Coleman ha llamado el "capital social", esto es, el clima dentro del cual las empresas pueden llevar a cabo sus actividades y en el que pueden sentirse respaldadas por sus gobierno en el duro camino de la economía global.
La globalización tiene un impacto claro en los sistemas educativos . Carnoy piensa que la globalización está teniendo "un gran impacto sobre la educación, en tres direcciones principales" (Carnoy, 1999: 146):

a) En el plano estrictamente económico, ya que, como veremos, los gobiernos se encuentran presionados, por varios motivos, a reducir el gasto público en general, siendo el gasto en educación uno de los más afectados. Ello ha supuesto un debilitamiento general de la educación pública, variable según el color ideológico de los diferentes gobiernos, y una polarización hacia otras fuentes de financiación, es decir, una apuesta por la privatización de la educación y, en consecuencia, una mayor participación de las familias en el gasto de la educación.

b) El plano de las relaciones entre el sistema educativo y el sistema productivo, caracterizado este último, como hemos visto, por la interacción entre los procesos de producción, distribución y gestión del conocimiento y de la información en red, se ha visto también afectado, ya que se espera del sistema educativo la formación de una mano de obra altamente cualificada, o, lo que es lo mismo, la atención preferente a la educación secundaria superior y a la formación universitaria, en detrimento de la educación básica de carácter general que, en rigor, sólo tendría que producir una mano de obra de baja cualificación. El nuevo discurso de la excelencia, añadimos nosotros, tiene aquí un buen encaje.

c) El plano mismo del currículo se ha visto alcanzado por la globalización, ya que las exigencias del mercado laboral estarían induciendo a poner todo el énfasis sobre un currículo en que las ciencias y las matemáticas ocupen el máximo lugar, en perjuicio de las demás áreas de conocimiento y de la formación general, todo ello con independencia de que se estén introduciendo factores economicistas en la misión específica de la educación, tanto en su vertiente privada -desarrollo integral de la personalidad del individuo- como en su vertiente pública -funciones culturales, sociales y políticas de la educación en una sociedad democrática.
Teniendo en cuenta otras perspectivas, cabe considerar también que los efectos de la globalización sobre la educación no son despreciables en modo alguno, si bien los análisis se ciñen casi exclusivamente a los aspectos institucionales de la educación. Así, Francesc Pedró y José Manuel Rolo, en el documento de trabajo que presentaron a la VIII Conferencia Iberoamericana de Educación, señalan los siguientes cambios (Pedró y Rolo, 1998: 266-271):

• Se está produciendo una convergencia curricular en los sistemas educativos, cuya fuente son principalmente los modelos occidentales. Entre los contenidos que convergen se subrayan los relativos a la lengua inglesa y la informática.

• Se observa una convergencia estructural, esto es, una tendencia a consolidar una etapa larga de formación básica que incorpore la antigua enseñanza secundaria elemental, facilitando así, junto con la convergencia curricular, la movilidad de los estudiantes y, posteriormente, la de los mismos trabajadores.

• Se está produciendo cierta globalización de las políticas educativas relativas al gobierno y administración de los sistemas educativos, centradas fundamentalmente en la desregulación y la competición. La desregulación quiere decir en educación la retirada del Estado como principal responsable de los sistemas educativos, ocupando su lugar la espontaneidad del mercado y una mayor o menor privatización de la educación. La llamada a la competición implica una apelación a la rivalidad entre los centros docentes, siendo considerados los alumnos como clientes que deciden a favor de los más eficaces.

• Se asignan a los sistemas educativos objetivos globales que pueden ser ajenos a las necesidades nacionales, incluso de carácter económico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario