miércoles, 9 de junio de 2010

Breves conclusiones sobre la Gobalización

1. La forma en que se está construyendo esta globalización, paradójicamente, no permite concluir que se trate de un fenómeno global. Al contrario, el proceso es bastante selectivo, ya que prima lo financiero y especulativo y, en los aspectos comerciales y de inversiones productivas, se limita sólo a conectar entre sí a las zonas geográficas más dinámicas del mundo, lo cual provoca una mayor y más profunda marginación de los países y pueblos pobres.

2. Este tipo de globalización, que sobredimensiona el factor financiero y especulativo, está transformando cualitativamente la esencia del capitalismo, sistema que nació con la idea de centrarse en la producción de bienes y servicios como medio para generar riqueza individual y social. Hoy, constatamos que predomina la especulación sobre la producción para crear beneficios inmediatos (más propio de los sistemas pre-capitalistas), lo cual cuestiona la raíz y el motor del capitalismo como sistema económico.

3. Esta globalización no está ayudando a fomentar el desarrollo del Sur. Se ha publicitado de forma reiterada que las oportunidades comerciales, financieras y tecnológicas que acarrea la globalización conducirán al desarrollo de los pueblos pobres. Pero esto, más que una idea contrastada, es un acto de fe. Debe quedar claro que una globalización equilibrada y democrática es un requisito necesario pero no suficiente para alcanzar el desarrollo. El desarrollo es ante todo, un proceso de asunción de responsabilidades internas que implica, entre otras cosas, la conclusión del proceso de construcción de ciudadanía, el mantenimiento de la paz interna, la reducción de gastos militares, el fortalecimiento del estado de derecho, la lucha contra la corrupción, la lucha por la cohesión social y por el mantenimiento de las condiciones macroeconómicas y un mayor esfuerzo productivo en el campo de las inversiones y las infraestructuras. En esta dinámica todavía tienen mucho que decir los pueblos y los dirigentes del Sur. Por ejemplo, una nación como Brasil poco podrá avanzar en el camino del desarrollo y el bienestar para la mayoría de su población, si el 4% de sus ciudadanos sigue disfrutando del 50% de la riqueza del país. En este caso es necesario la adopción de políticas internas que permitan redistribuir equitativamente estos ingresos.

4. La forma en que se está llevando a la práctica esta globalización es el resultado de una opción política y social; es decir, es un proceso de construcción humana (no es un mandato divino, de origen sobrenatural, que se nos ha impuesto), de modo que podemos influir en él. La globalización puede y debe ser regulada por medio de una nueva democracia global, que coloque al ser humano en el centro del proceso. Aunque se haya extendido la falsa idea de que las acciones individuales no influyen en los fenómenos que nos rodean, idea que nos lleva a la apatía y aumenta nuestro individualismo, y aunque muchas personas digan que la política de nada sirve, vale la pena subrayar que muchas de las decisiones que nos afectan día tras día se toman bajo el amparo o imperio de la política. Pero, también debemos darnos cuenta de que, en las márgenes de la política, hay muchos ejemplos que nos muestran que la suma de pequeñas acciones individuales se convierte en grandes transformaciones. Ya lo dice un viejo proverbio africano: mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo pequeñas cosas, pueden cambiar el mundo.

Educación y Globalización














a)Definición de globalización, antecedentes, características y sus implicaciones en la educación :

- ¿Qué es la Globalización? :Es una etapa, es una expresión, una corriente de comportamiento sociocultural, con sus matices y características muy peculiares; definida por Domingo Alberto Rancel en su libro la globalización y sus consecuencias (P.11):

“Coyuntura histórica en la cual el planeta gira en torno a un mismo sistema económico, obedece a un solo orden político y exige una única potencia militar” .

De acuerdo con esta versión, el fenómeno sería unidireccional, ideológico y altamente político.
Desglosada tendríamos que el sistema económico, es el capitalismo en su fase neoliberal, determinado por consumismo, la producción en serie, competencia, monopolio etc. Fortalecido a raíz del derrumbe del socialismo; el orden político estaría cimentado en la llamada democracia burguesa, la única potencia es los Estados Unidos; pero más allá de esta interesante visión, tenemos que la globalización es la expresión histórica de una sociedad planetaria sin fronteras tendiente a uniformar patrones de conducta como jamás se habían visto con incalculables consecuencias que toca todas las aristas del comportamiento humano en donde quiera que esté presente.
-Como características podemos citar :

1.Uniformidad en la diversidad.

2. Universalidad .

3. Totalidad de los aspectos que involucra.

4.- La irreversibilidad; al respecto el mismo Tripier en artículo publicado en El Nacional señala “La globalización la vamos haciendo todos los días. Creo que es un rumbo definido; y tendrá la forma que nosotros querramos darle”.

-Entre sus antecedentes podemos señalar como lo indican la mayoría de los autores:

1. La globalización de carácter financiero.

2. La globalización de transacciones de bienes y servicios.

3. El desarrollo increíble de las tecnologías de la comunicación a partir del lanzamiento del primer satélite espacial que revolucionó las relaciones informativas entre los pueblos.

b ) La Globalización en la Educación :

La Globalización está presente en nuestra actividad diaria y afecta profundamente a la educación como proceso integral que propugna en el sujeto una escala de valores y principios que le permitan vivir en sociedad; desarrollarse y crear bases culturales sólidas y permanentes que lo eleven y lo dignifiquen a planos superiores en convivencia armoniosa y cooperadora con sus congéneres .

Nuestra legislación en materia educativa recoge lo siguiente :

Art 1 de la Ley de Educación “La Educación pública tiene por finalidad la formación y desarrollo intelectual de los habitantes del país y contribuir a su mejoramiento moral y físico”.

Tal finalidad ha de armonizarse con el propósito de formar ciudadanos que, con exacta valoración de nuestra tradición, tengan conciencia del destino histórico de Venezuela y capacidad para colaborar eficazmente al cumplimiento de este destino, dentro de los principios en los cuales se sustenta nuestra democracia y con definida voluntad de cooperación internacional” (1955)
Y en el anteproyecto de Ley Orgánica de Educación aprobado en primera discusión por la Asamblea Nacional, en el artículo 5 se señalan las siguientes finalidades:

1.- Formar ciudadanos para una sociedad democrática, participativa, protagónica, multiétnica y pluricultural.

2.- Favorecer el desarrollo integral del individuo..

3.- Generar condiciones que garanticen la participación activa del estudiante….

4.- Formar al ciudadano con conciencia de nacionalidad y soberanía.

5.- Promover la enseñanza del castellano y proteger el desarrollo de los idiomas indígenas.

6.- Fomentar actitudes positivas para la investigación e innovación.

7.- Impulsar la creación artística y el Patrimonio Nacional.

8.- Estimular la educación física y la práctica deportiva.

9.- Desarrollar conciencia de aprovechamiento racional de los recursos naturales.

10.- Fomentar actitudes de solidaridad, cooperativismo. Trabajo, justicia, equidad y bien común.

11.- Defender los valores fundamentales de derecho a la vida, al trabajo, cultura, justicia social, e igualdad de derechos.
12.- Respeto a los derechos humanos, las libertades, comprensión, tolerancia y amistad entre todas las naciones.

13.- Impulsar la integración latinoamericana, la democratización, el desarme nuclear y el equilibrio ecológico en el mundo.

Por otro lado, seguir señalando que la globalización de la educación es un tema complejo que se presta a generalizaciones. La única manera de analizarlo es por aproximaciones que no tengan en cuenta la enorme complejidad de la situación global, la gran diferenciación y asimetría que en materia de desarrollo y diversos adjuntos concretos, en economía y estructura social, caracteriza a los diferentes países, regiones y culturas.

La educación es una parte apenas – pero fundamental – de muchos aspectos del desarrollo social en un sentido amplio y de afirmación de los elementos permanentes positivos en la evolución de la sociedad. (Urquidi, 2001). En este sentido, Víctor Urquidi, especialista en el tema de educación y globalización, señala que en el ámbito de la globalización hay que ver el mundo en su conjunto y todos sus elementos.

El desempeño educativo es diverso en función de niveles y resultados ya logrados, por ejemplo, los países europeos (occidentales y orientales) y los industrializados en general han alcanzado la educación formal básica necesaria para todos los jóvenes en edad escolar. (Urquidi, 2001: 287) .

Existe en estos países una experiencia conocida que se investiga continuamente, para evaluar lo que se ha logrado, cuáles fueron los errores y cuáles los resultados positivos, cómo se pueden evitar aquellos y mejorar éstos. En tales países nadie duda ya o se cuestiona la posibilidad de completar el ciclo de educación básica y el ciclo medio. La proporción que llega a la educación superior es de un 40% o más de la cohorte de edades respectiva. (Urquidi, 2001: 287).

En cambio en los países en desarrollo, la experiencia es variada y cada vez más difícil de interpretar. Las situaciones en perspectiva no son, en la mayoría de los países, las mismas de cuando había poca población. Ahora la población es abundante, a veces abrumadora en número, y la tasa de incremento demográfico ha sido fuerte en el momento de iniciar la expansión de la oferta educativa, o continúa siéndolo. En la mayor parte de las naciones latinoamericanas, la educación primaria sigue estando incompleta en las áreas rurales, esto es para grandes sectores de la población. Muchos de los cuales no tienen siquiera acceso a terminar el ciclo, ni disfrutan de instalaciones, ni de maestros adecuados; situación que podemos observar también, de manera general en México.

En este sentido, en los países en desarrollo debe tenerse en cuenta la falta de continuidad de las políticas educativas. Los conflictos internos, los desastres, los cambios de gobierno y las inestabilidades interfieren con la formación de los maestros y con el proceso continuo de evolución educativa. Además, la educación tiene contexto social, de manera que si no existen las condiciones acompañantes – por ejemplo, nutrición adecuada, salud, mejoramiento de comunidades – la educación bien puede fallar. La educación no es un elemento aislado. Se olvida a veces que en los países en desarrollo el tamaño de los territorios y la accesibilidad de grandes regiones no es siempre favorable. (Urquidi, 2000: 289) .

Por lo anterior, se puede observar que la globalización de la educación ha de ser una meta, o al menos es una tendencia inevitable en la sociedad mundial. Quiere decir que en un gran número de países se tenderá a orientar la educación conforme a las exigencias del mercado, es decir, de la demanda. La globalización termina por afectar otros aspectos de la sociedad, sobre todo la economía, lo que crea cambios en las políticas educativas hacia una mejor integración de una sociedad en la economía mundial. Por el incremento demográfico puede haber más necesidad que antes de proveer educación, pero ésta se orienta por el mercado o por lo que se percibe como mercado. La alternativa sería lo que antes se decía y hacía: una educación no planeada pero con objetivos culturales.

Hace unos 60 años se empezó a hablar de planeación de la educación. La planeación se volvió una palabra mágica, aun en el Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE) de la UNESCO, aunque ahora tiene diversos significados. Ya sea orientada por la demanda o en función de metas económicas y sociales generales, se debe cuestionar qué tanto de lo que se hace o deba hacerse se reduce simplemente a alcanzar metas que otros países han alcanzado o que la gente cree deban alcanzarse porque los esfuerzos no han sido suficientes.

En México, las instituciones estatales como la Secretaria de Educación Pública (SEP) miden el desempeño educativo y la participación en el sistema escolar formal por la matrícula (inscripción), pero no se sabe si los educandos asisten a la escuela. Hay estudios que demuestran el absentismo escolar, la deserción, el absentismo de los maestros, el bajo rendimiento escolar y la falta de interés y apoyo familiar. Por ejemplo, las cifras nos muestran que en México hasta el año 2002, el índice de deserción de estudiantes fue del 1.5% en nivel primaria; en nivel de secundaria fue del 6.9%, en el nivel bachillerato y nivel profesional técnico desertaron el 23% y el 15.1% respectivamente, de la población estudiantil. (INEGI, 2003). Las estadísticas son engañosas y por desgracia se usan en las esferas públicas, los medios de comunicación y hasta en ciertos círculos académicos.

Debido a los factores de deserción mencionados, que se han dado recientemente, se cree que la calidad de la educación ha declinado en muchos países, aun en los Estados Unidos y en países como México; sobre todo en las ciudades pequeñas, en los asentamientos urbanos irregulares y zonas rurales donde la calidad y la constancia en la enseñanza son más bajas y donde faltan instalaciones para inducir a los estudiantes a leer, estudiar y hacer experimentos. También los aspectos metodológicos han fallado. Todo ello tiene que ver con el concepto de la planeación de la educación. Está en duda si pueden cumplirse normas mínimas de educación y si pudiera requerirse más en función de la demanda como elemento dinámico de un sistema educativo.
En un estudio apoyado por el IIPE que se llevó a cabo en México, se buscaba respuesta a la forma en que el sistema educativo se relacionaba con las necesidades de la industria electrónica y el empleo de equipo electrónico. (Mercado, 1990) Este estudio nos puede indicar uno de los primeros antecedentes de la incursión de las nuevas tecnologías, refiriéndonos concretamente al uso de las computadoras en la educación. Para ello, se hizo una encuesta sobre las fuentes de conocimiento y adiestramiento en los niveles secundarios y vocacionales, así como en las universidades e institutos tecnológicos y, al mismo tiempo, se efectuaron encuestas entre los usuarios empresariales y otros de personal que tuvieran conocimiento y práctica de operaciones electrónicas.

Con la información obtenida, se encontró en general que las empresas no se interesaban en lo que pudiera aprenderse en la escuela, ni en el certificado ostentado por el estudiante, sino que preferían buenos egresados promedio de las escuelas secundarias o de nivel medio superior y hasta superior, con base en entrevistas. Estos graduados debían demostrar inteligencia, obtener índices altos mediante pruebas y, según el análisis de sus resultados, se les contrastaba para adiestrarlos o capacitarlos. En algunos casos, las empresas han apoyado a instituciones de adiestramiento capaces de dar estos servicios en beneficio de ellas mismas. De ser correctas estas apreciaciones, no se puede concebir la globalización de la educación sin comprender, durante el proceso, el componente, complemento o sistema paralelo de adiestramiento o capacitación – en todos los niveles – teniendo en cuenta la rapidez del cambio tecnológico.

c)Efectos de la globalización sobre la educación:

1.Hace universal la concepción del hombre.

2. Incide fuertemente sobre valores, principios y costumbres que tradicionalmente .

3. Universaliza el conocimiento.

4.Incide con las tradiciones regionales ancestrales.

5.Propugna, de alguna manera, los programas únicos, ya que organismos internacionales harán el trabajo con nuestros llamados planificadores.

6.Influyen en el diseño de Las Leyes de Educación, en sus distintas concepciones.

7. Altera la concepción del hombre plural y autocrítico, ya que todo vendrá diseñado y preparado para ser digerido. En su lugar el sujeto de opiniones sobre verdades transmitidas.

8. La actividad del alumno será totalmente diferente a la tradicional, no habrá que ir a bibliotecas a ojear libros para responder tareas o investigaciones, bastará con sentarse en cualquier centro de comunicaciones, ingresar al internet y “bajar” la información esperada. - las llamadas bibliotecas virtuales - Así fichas y apuntes quedarán en otro estante y en su lugar estarán las llamadas tareas dirigidas para las cuales ya hay programas específicos que se vende en el mercado.

9.Configura los contenidos curriculares en función de los hechos mundiales predominantes, que deberán cambiarse estructuralmente, de lo contrario seremos unos analfabetas tecnológicos; en ese mismo orden de ideas preparar un nuevo docente capaz. no solamente comprender estas tecnologías, sino reciclarlo permanentemente para que pueda estar en sintonía con esos cambios fantásticos y lograr su acceso a este mundo complejo y dinámico que no duerme, sino que inventa y se reinventa a cada instante, en ese sentido no interesa el conocimiento en si; si no la disposición del sujeto a tomar tecnologías y “desplazarlas” enseguida para asimilar las otras que atropelladamente se acercan, esto también nos hace inferir que esa educación fundamentada en los ideales de un humanismo tradicional y fosilizado, estaría dando paso a una educación instrumentalista del manejo de tecnologías que obligatoriamente darán acceso al saber, al cual solamente dominaremos si conocemos el intrincado manejo de guías, instructivos, teclas y equipos, también podemos deducir que el papel del educador en esa formación del niño será cada vez menos perceptible en la formación de valores, los estereotipos, modelos e imágenes paradigmáticas vendrán por los medios audiovisuales como las televisoras locales y de cables, DVD, VHS, filmadoras Etc. que en segundos harán un paseo por el globo terrestre. En cuanto a la metodología para la enseñanza en la llamada educación media y universitaria cambiaria, por no decir que está cambiando el sistema, y será la educación a distancia totalmente despersonalizada la que jugará el papel preponderante; investigaciones, exámenes, evaluaciones.

10.El alfabetismo no se medirá por la capacidad de descifrar signos y gráficos, sino por la capacidad de interpretar ampliamente el entorno donde vive el sujeto.
De modo global , se podría seguir comentando que si otro de los efectos de la globalización es la revolución tecnológica aplicada al conocimiento, la educación debería verse fuertemente concernida. Sin embargo, hay autores que lo niegan con bastante rotundidad. Uno de ellos es Noel F. McGinn, profesor de Pedagogía de la Escuela de Educación para Graduados de la Universidad de Harvard, que en 1997 publicó un polémico artículo precisamente sobre los efectos de la globalización en los sistemas educativos nacionales.

Parte McGinn de la idea de que la "corriente actual de integración económica ha venido avanzando a ritmo acelerado desde principios de los años sesenta como mínimo. No obstante, tras cuarenta años de incesante hincapié en la integración económica, ningún sistema educativo difiere mucho de lo que era cincuenta años atrás" (McGinn, 1997: 43). Sólo admite este autor una excepción, y es el cambio que se ha producido en muchos países con la descentralización, si bien, añade, este cambio no ha afectado a la esencia de la educación, al proceso mismo de la enseñanza y del aprendizaje, sino a la administración de la educación. Dado que es el único cambio importante, a la descentralización le dedica el grueso de su artículo.

Considera McGinn que las políticas de descentralización -correlato de los que ha sido el posfordismo en la organización de las empresas- no han dado como resultado ni un aumento de la escolarización, ni han mejorado la educación, ni siquiera han aumentado la participación local en este proceso. Las escuelas, dice, "que ahora están a cargo de las autoridades locales no parecen ser muy diferentes de las que anteriormente dependían de las autoridades centrales" (ibídem: 45). Ello es así porque, paradójicamente, las escuelas han estado siempre descentralizadas de facto, ya que la inspección central ha sido poco frecuente y las órdenes de arriba han sido siempre interpretadas por los profesores para ajustarlas a su propio entorno. La verdad es, dice McGinn, que "en las aulas, los profesores enseñan lo que quieren y de la forma que desean, porque saben que la visita anual del inspector se le va a anunciar de antemano" (ibídem). En realidad, McGinn plantea, sin utilizar expresamente estos términos, el problema de la cultura escolar y de su resistencia a las reformas o instrucciones "desde arriba", atribuyendo esta resistencia al carácter conservador que suele tener el profesorado en la mayoría de los países (incluyendo también aquí a los padres de los alumnos).

En segundo lugar, la descentralización le parece un fracaso porque "los aspectos más esenciales de la educación no formaban parte de lo que ha sido descentralizado" (ibídem: 46), en una alusión clara a que se ha transferido la administración de las escuelas pero, al mismo tiempo, se ha mantenido o aumentado el control sobre el currículo y la evaluación, aspectos éstos sobre los que tendremos que volver más adelante.

En tercer lugar, las autoridades locales, teóricamente favorecidas por la descentralización, no han mostrado en numerosos países interés real en asumir la responsabilidad de la educación, atribuyendo este fenómeno a la ausencia de una tradición de autogobierno local, a la no transferencia correlativa de recursos o a la ausencia de una coherencia cultural en las mismas autoridades locales.

Aun compartiendo algunas de las tesis de McGinn, la opinión de Carnoy es, por el contrario, que la globalización está teniendo "un gran impacto sobre la educación, en tres direcciones principales" (Carnoy, 1999: 146):

a) En el plano estrictamente económico, ya que, como veremos, los gobiernos se encuentran presionados, por varios motivos, a reducir el gasto público en general, siendo el gasto en educación uno de los más afectados. Ello ha supuesto un debilitamiento general de la educación pública, variable según el color ideológico de los diferentes gobiernos, y una polarización hacia otras fuentes de financiación, es decir, una apuesta por la privatización de la educación y, en consecuencia, una mayor participación de las familias en el gasto de la educación.
b) El plano de las relaciones entre el sistema educativo y el sistema productivo, caracterizado este último, como hemos visto, por la interacción entre los procesos de producción, distribución y gestión del conocimiento y de la información en red, se ha visto también afectado, ya que se espera del sistema educativo la formación de una mano de obra altamente cualificada, o, lo que es lo mismo, la atención preferente a la educación secundaria superior y a la formación universitaria, en detrimento de la educación básica de carácter general que, en rigor, sólo tendría que producir una mano de obra de baja cualificación. El nuevo discurso de la excelencia, añadimos nosotros, tiene aquí un buen encaje.
c) El plano mismo del currículo se ha visto alcanzado por la globalización, ya que las exigencias del mercado laboral estarían induciendo a poner todo el énfasis sobre un currículo en que las ciencias y las matemáticas ocupen el máximo lugar, en perjuicio de las demás áreas de conocimiento y de la formación general, todo ello con independencia de que se estén introduciendo factores economicistas en la misión específica de la educación, tanto en su vertiente privada -desarrollo integral de la personalidad del individuo- como en su vertiente pública -funciones culturales, sociales y políticas de la educación en una sociedad democrática.
Teniendo en cuenta otras perspectivas, cabe considerar también que los efectos de la globalización sobre la educación no son despreciables en modo alguno, si bien los análisis se ciñen casi exclusivamente a los aspectos institucionales de la educación. Así, Francesc Pedró y José Manuel Rolo, en el documento de trabajo que presentaron a la VIII Conferencia Iberoamericana de Educación, señalan los siguientes cambios (Pedró y Rolo, 1998: 266-271):
•Se está produciendo una convergencia curricular en los sistemas educativos, cuya fuente son principalmente los modelos occidentales. Entre los contenidos que convergen se subrayan los relativos a la lengua inglesa y la informática.
• Se observa una convergencia estructural, esto es, una tendencia a consolidar una etapa larga de formación básica que incorpore la antigua enseñanza secundaria elemental, facilitando así, junto con la convergencia curricular, la movilidad de los estudiantes y, posteriormente, la de los mismos trabajadores.
• Se está produciendo cierta globalización de las políticas educativas relativas al gobierno y administración de los sistemas educativos, centradas fundamentalmente en la desregulación y la competición. La desregulación quiere decir en educación la retirada del Estado como principal responsable de los sistemas educativos, ocupando su lugar la espontaneidad del mercado y una mayor o menor privatización de la educación. La llamada a la competición implica una apelación a la rivalidad entre los centros docentes, siendo considerados los alumnos como clientes que deciden a favor de los más eficaces.
• Se asignan a los sistemas educativos objetivos globales que pueden ser ajenos a las necesidades nacionales, incluso de carácter económico.
Obviamente, dentro de las características señaladas, unas pueden tener efectos positivos, y otras, negativos. Todo deriva de la consideración, o no, de la globalización como un fenómeno puramente económico. Así, la tendencia a que los sistemas educativos converjan en determinados aspectos puede ser positiva para la movilidad y para una visión más global de los problemas propios del siglo XXI, pero también puede imponer modelos culturales que pugnen con los valores propios de los diversos países, en definitiva con la identidad forjada a lo largo de muchos siglos. La adecuación entre los sistemas educativos y las necesidades del mercado laboral continuará siendo una necesidad insoslayable de la educación moderna, siempre que los sistemas no se conviertan en sólidos agentes de la estratificación social, contribuyendo incluso a producir la exclusión social de masas importantes de población. El acento en la competición puede significar un esfuerzo por el desarrollo de las mejores competencias y habilidades de la población, pero sin olvidar por ello otras dimensiones del ser humano, especialmente la cooperación y la solidaridad entre los hombres. La adopción de políticas dirigidas a resolver los problemas que plantean hoy el gobierno y la administración de los centros docentes puede facilitar, por comparación, la solución de muchos problemas actuales, siempre que esa política no se imponga como la única posible, tal y como gusta presentar a buena parte de los autores neoliberales (en una traslación más del "pensamiento único").
En definitiva, dada la especial vinculación histórica entre los sistemas educativos y el Estado, lo que la globalización de la educación está planteando en este campo es, al igual que en otras esferas de la vida humana, el papel del Estado. Pero aquí nos encontramos ya a un paso, a veces no perceptible, de la ideología de la globalización.
Ya se señaló cómo curiosamente, el nacimiento de la globalización en la década de los setenta, y su desarrollo posterior, fue posible gracias a la decidida intervención de los Estados, que hicieron posible la desregulación de los mercados, el libre comercio y la expansión de la inversión. Por ello la pregunta clave sigue siendo: ¿ha disminuido con la globalización el poder de los Estados nacionales? La respuesta no es univoca. Como afirma Carnoy, en cierto modo ese debilitamiento se ha producido ya porque los Estados nacionales se han visto obligados, para favorecer la llegada de la inversión extranjera y del capital internacional, a adoptar determinadas políticas que no controlan y que pueden producir efectos perversos, tales como el incremento de las desigualdades sociales en su propio suelo, con grave erosión de la cohesión social y consiguiente aumento de problemas con los trabajadores e inestabilidad social. Pero también es verdad que gran parte del Producto Interior Bruto de las naciones sigue produciéndolo la economía domestica, y en este terreno la acción de los Estados sigue siendo decisiva para producir lo que Coleman ha llamado el "capital social", esto es, el clima dentro del cual las empresas pueden llevar a cabo sus actividades y en el que pueden sentirse respaldadas por sus gobierno en el duro camino de la economía global.
La globalización tiene un impacto claro en los sistemas educativos . Carnoy piensa que la globalización está teniendo "un gran impacto sobre la educación, en tres direcciones principales" (Carnoy, 1999: 146):

a) En el plano estrictamente económico, ya que, como veremos, los gobiernos se encuentran presionados, por varios motivos, a reducir el gasto público en general, siendo el gasto en educación uno de los más afectados. Ello ha supuesto un debilitamiento general de la educación pública, variable según el color ideológico de los diferentes gobiernos, y una polarización hacia otras fuentes de financiación, es decir, una apuesta por la privatización de la educación y, en consecuencia, una mayor participación de las familias en el gasto de la educación.

b) El plano de las relaciones entre el sistema educativo y el sistema productivo, caracterizado este último, como hemos visto, por la interacción entre los procesos de producción, distribución y gestión del conocimiento y de la información en red, se ha visto también afectado, ya que se espera del sistema educativo la formación de una mano de obra altamente cualificada, o, lo que es lo mismo, la atención preferente a la educación secundaria superior y a la formación universitaria, en detrimento de la educación básica de carácter general que, en rigor, sólo tendría que producir una mano de obra de baja cualificación. El nuevo discurso de la excelencia, añadimos nosotros, tiene aquí un buen encaje.

c) El plano mismo del currículo se ha visto alcanzado por la globalización, ya que las exigencias del mercado laboral estarían induciendo a poner todo el énfasis sobre un currículo en que las ciencias y las matemáticas ocupen el máximo lugar, en perjuicio de las demás áreas de conocimiento y de la formación general, todo ello con independencia de que se estén introduciendo factores economicistas en la misión específica de la educación, tanto en su vertiente privada -desarrollo integral de la personalidad del individuo- como en su vertiente pública -funciones culturales, sociales y políticas de la educación en una sociedad democrática.
Teniendo en cuenta otras perspectivas, cabe considerar también que los efectos de la globalización sobre la educación no son despreciables en modo alguno, si bien los análisis se ciñen casi exclusivamente a los aspectos institucionales de la educación. Así, Francesc Pedró y José Manuel Rolo, en el documento de trabajo que presentaron a la VIII Conferencia Iberoamericana de Educación, señalan los siguientes cambios (Pedró y Rolo, 1998: 266-271):

• Se está produciendo una convergencia curricular en los sistemas educativos, cuya fuente son principalmente los modelos occidentales. Entre los contenidos que convergen se subrayan los relativos a la lengua inglesa y la informática.

• Se observa una convergencia estructural, esto es, una tendencia a consolidar una etapa larga de formación básica que incorpore la antigua enseñanza secundaria elemental, facilitando así, junto con la convergencia curricular, la movilidad de los estudiantes y, posteriormente, la de los mismos trabajadores.

• Se está produciendo cierta globalización de las políticas educativas relativas al gobierno y administración de los sistemas educativos, centradas fundamentalmente en la desregulación y la competición. La desregulación quiere decir en educación la retirada del Estado como principal responsable de los sistemas educativos, ocupando su lugar la espontaneidad del mercado y una mayor o menor privatización de la educación. La llamada a la competición implica una apelación a la rivalidad entre los centros docentes, siendo considerados los alumnos como clientes que deciden a favor de los más eficaces.

• Se asignan a los sistemas educativos objetivos globales que pueden ser ajenos a las necesidades nacionales, incluso de carácter económico.

Influencias de la globalización en el continente

-El fenómeno de la globalización es realmente invasor y, aunque a primera vista no parezca, afecta e influye en la vida de todo nuestro continente.

-El neo-colonialismo económico reforzado por la creación de la deuda externa, verdadera sanguijuela de las economías regionales, se convirtió en un método grosero de dominio.

-La competencia inhumana que junto con una robotización de los procesos agro-industriales acrecienta la subocupación y la desocupación.

-El fenómeno de la concentración, de la comercialización, de los productos manufacturados en pocos sitios de expendio, añadiendo un grupo creciente de la pequeña clase media al sector pobre.

-La extensión de los latifundios, con su práctica nefasta para la ecología por un lado, y la imposibilidad de muchos agricultores para cultivar la tierra.

-La migración de los pobres del interior a los grandes centros urbanos y de países más pobres a otros que ofrecen mejores perspectivas donde engrosan generalmente a los excluidos, con todas sus secuelas de hacinamiento, desarraigo, aislamiento y pérdida de valores.

-La expulsión de los pobres en áreas de grandes proyectos hidráulicos, mineros, etc.

-La condición del hombre degradado a nivel de mercancía, frustrado en su dignidad y creatividad, se violenta o se malogra en el mundo del vicio (alcohol, droga, sexo).

-La desertización de las tierras explotadas con el solo fin de lucro, la polución industrial que afecta las fuentes de agua y las hace indomables en época de lluvias.

-El sistema socio-democrático cuya proyección social había causado una cierta pasividad en la clase obrera y baja, dificultando las iniciativas particulares en la búsqueda de fuentes de subsistencia.

-La privatización de muchos servicios estatales y sociales que aumentan aún más la concentración de los medios financieros en la manos de los mega-bancos y las mega-aseguradoras, las transnacionales que hacen muy vulnerables a sus usuarios y vuelven cada día más inaccesibles dichos servicios a innumerable cantidad de personas.

Consecuencias de la globalización

Bajo la palabra "globalización" se esconden contenidos y ambigüedades que afectan profundamente nuestra manera de interpretar la vida y el mundo. Toca todos los ámbitos de la sociedad, desde lo económico hasta lo político, desde lo religioso hasta lo educativo.

"Fuera del mercado no hay solución". Esto parece ser el primer "dogma" de la globalización. El primer efecto de la apertura del mercado es la invasión del mundo imaginario. Aunque ya estaba presente, ahora puede penetrar en las ciudades latinoamericanas, reproduciendo la sociedad espectáculo, la sociedad imaginaria: grandes super-almacenes, música, festivales, juegos.
En este mundo globalizado ya no se habla más de "marginados"; han aparecido en escena una nueva categoría: los excluidos sin rostro, sin voz, sin nombre, sin historia...

Los excluidos forman el nuevo continente de los "náufragos" de la globalización. Aunque no se diga, el continente africano parece contarse entre los excluidos y algunos observadores opinan que el continente latinoamericano se acerca a la calidad de "desaparecido" de este mercado de la "salvación". Dentro de unos pocos años, América Latina podría encontrarse con la mitad de su población por debajo del umbral de la pobreza.

Todo esto es consecuencia del hecho de que no hay un justo equilibrio entre los que lo poseen todo y los que poco o nada tienen. Con motivo del "Día internacional para la erradicación de la pobreza", 1997, la ONU dio a conocer las siguientes estadísticas sobre el tema de la pobreza:
De los 5.780 millones de personas que habitan el planeta; cerca de 1.300 millones viven en la pobreza o indigencia, con un nivel de ingreso inferior a un dólar diario.

El 20 por ciento de la población mundial que se encuentra en la escala inferior de ingresos solamente recibe el 1,5 por ciento de los ingresos mundiales.

La pobreza extrema se concentra principalmente en África (en países situados al sur del Sahara) y en Asia (meridional y oriental)

Según la FAO, más del 75 por ciento de la población de los países más pobres del mundo viven en zonas rurales.

En América Latina y el Caribe, el 61por ciento de la población rural vive en la pobreza.
Se entiende, entonces, que la globalización encierra el neo-capitalismo, el neo-liberalismo, la occidentalización. El fenómeno comprende no sólo el manejo de mercados, de precios, de la materia prima, el inmiscuirse en los asuntos internos de las naciones, sino también la concentración en pocas manos de los medios de comunicación y, por ende, la manipulación del pensamiento y hasta de los criterios de la gente.

Los análisis de la realidad de Medellín, Puebla y Santo Domingo, aún se mantienen, y la lista de los rostros señalados por el documento de Puebla, No. 31, parece alargarse más. Es el mundo-mercado, tendiente al pensamiento único, del corporativismo de las transnacionales, de la flexibilización (o sea, frecuentemente, la negación) de los derechos laborales, de la ayuda digitada y condicionada del F.M.I. y del Banco Mundial, de la política de las siete grandes potencias, que ostentan el poder financiero.

La globalización es un fenómeno complejo de analizar, por lo que hay que huir de las interpretaciones simplistas

La globalización es un proceso complejo y denso en el que intervienen múltiples factores y actores, por lo que no es fácil llegar a comprender el alcance de todas sus implicaciones.

Por esta razón, es conveniente huir de las interpretaciones simplistas, tanto de las que afirman que la globalización traerá el mayor bienestar que jamás ha conocido la humanidad, como de las que anuncian que el avance de la globalización será como abrir una caja de Pandora que generará y extenderá múltiples calamidades por el orbe.Lo que sí podemos indicar es que el camino escogido para materializar esta globalización, es el resultado de una opción política y social (en gran medida fruto de la apatía que impide participar en su construcción), que nos plantea diversas oportunidades y desafíos en el futuro inmediato :

a) Algunas oportunidades que acarrea la globalización :El desarrollo de las tecnologías de la información brinda a la especie humana, la posibilidad de tener una concepción integral de los problemas que azotan al mundo. Sabemos que, por ejemplo, el deterioro medioambiental, la pandemia del SIDA, las migraciones, el narcotráfico, el terrorismo, etc., ya no son sólo calamidades que afectan al país que las padece, sino que son problemas comunes que ponen en peligro la seguridad global. Estos problemas son vistos, hoy, como una verdadera espada de Damocles que pende sobre la cabeza de todos. Esta concepción global de los problemas es la que ha provocado que la comunidad internacional convocara, en los recientes lustros, una serie de conferencias internacionales que han permitido establecer objetivos de trabajo con plazos fijos, para tratar de paliar los efectos de estos males (por ejemplo, el Protocolo de Kioto y los objetivos de desarrollo social establecidos en el programa “Un mundo mejor para todos”). Esta nueva conciencia también se refleja en el fortalecimiento de la visión universalista de los Derechos Humanos (véase el caso Pinochet, la ratificación del Tribunal Penal Internacional, o la historia de Safiya Hussaini, la mujer nigeriana condenada en marzo de 2002 a morir lapidada, quien fue rescatada de esa atroz muerte, gracias a la presión ejercida por miles de ciudadanos de todo el mundo, campaña coordinada por Amnistía internacional).Debemos recordar también que las nuevas oportunidades para acceder a más información a un precio razonable (por ejemplo, mediante Internet), pueden llegar a mejorar la calidad de las inversiones productivas en el mundo, facilitando datos precisos sobre suministros, mercados, leyes laborales, etc.

b) Algunos desafíos que depara la globalización: El principal desafío que plantea este tipo de globalización se deriva de la consideración de que es un proceso desigual y descompensado, que impide que las oportunidades económicas lleguen a todos los pueblos y rincones del planeta.Decimos que es desigual y descompensado porque se centra en los aspectos financieros, desmantelando toda barrera que impide que el dinero se mueva libremente por el mundo, en busca de beneficios inmediatos frutos de la especulación. Se calcula que en la actualidad circula diariamente por el mundo más de dos billones de dólares, y el 80% de esta cantidad no permanece ni una semana en el lugar de “inversión”( ). Es imposible que en menos de ocho días, este dinero pueda incidir en la producción y en el bienestar social.Un repaso rápido al comportamiento de la Inversión Extranjera Directa (IED) y de los flujos comerciales, contribuye a demostrar el carácter desigual de esta globalización. En el año 2000, el 68% de la IED tuvo como origen o destino un país rico miembro de la OCDE (un claro signo endogámico), mientras que sólo el 0,5% se dirigió a los 49 países más pobres del planeta. En cuanto al comercio, ésta es una actividad controlada mayoritariamente por las grandes empresas transnacionales nativas de los países del Norte. Estas compañías generan las dos terceras partes del comercio mundial (incluso, un tercio se realiza entre distintas divisiones de una misma empresa). Por ende, el 80% del comercio del planeta se desarrolla entre las zonas más ricas del mundo (EE.UU., Canadá, la Unión Europea y el Sureste Asiático).Además, las naciones ricas gastaron en el año 2000 más de 360 mil millones de dólares para proteger sus mercados y para subvencionar su producción agrícola, lo que limita las ventas de los productos agrícolas del Sur en el Norte y, por tanto, las posibilidades de incrementar su bienestar (Toribio, 2001: 27). Esta cifra se agiganta cuando constatamos que estas naciones destinaron a programas de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), ese mismo año, sólo 50 mil millones de dólares (Intermón-Oxfam, 2001). Es decir, por cada dólar de AOD para los países del Sur, se gastaron más de seis en impedir la comercialización de sus productos agrícolas. Sobre este último punto, habría también que llamar la atención sobre la calidad de la ayuda. Se calcula que el 40% de la población más rica que habita en el Sur recibe el doble de AOD per cápita que el 40% más pobre (Alonso, 1999: 33).Según Mike Moore, director general de la OMC, si se abrieran las fronteras de los países ricos a los productos del Sur, la renta mundial aumentaría en 2,8 billones de dólares y 320 millones de personas saldrían de la pobreza para el año 2015. En mayo de 2002, el gobierno de los EE.UU. firmó una ley que incrementa de forma unilateral y alarmante las subvenciones que destina a su sector agrícola. Se calcula que en diez años, los EE.UU. van a gastar unos 190 mil millones de dólares en esta política. Según algunos expertos internacionales, estas subvenciones permiten que los productores puedan vender sus artículos a un precio entre un 10 y un 15% más barato( ), volviéndolos más competitivos en perjuicio de los productos de países como por ejemplo Guatemala, donde la agricultura representa el 75% del PIB, con la consecuente pérdida de calidad de vida para la población que vive de esta actividad.La marginación comercial de las zonas más atrasadas del mundo es alarmante; por ejemplo, África cuyas exportaciones representaron, en 1948, el 7% del todas las exportaciones globales, descendió a sólo el 2% en el año 2000. Si este continente llegara a desaparecer, no le pasaría absolutamente nada al mundo, en términos comerciales.El desequilibrio también se refleja en el celo con el que se regula e impide el movimiento de las personas por el planeta. Resulta cuanto menos curioso ofrecer al capital libertad irrestricta para que busque mejores oportunidades en cualquier parte, mientras se les cierran las puertas a los seres humanos, cuyo bienestar debería ser la razón suprema del desarrollo y de la economía como disciplina y actividad social.El sesgo financiero y especulativo de este tipo de globalización está cuestionando la legitimidad de la democracia como sistema de convivencia. Los ciudadanos de los países del Sur están constatando que sus autoridades políticas son incapaces de contener los efectos perniciosos que las crisis financieras (promovidas por la libertad irrestricta de los movimientos especulativos), producen en sus vidas. El poder se está concentrando en los mercados financieros globales (donde no llega el control democrático de las personas), desdeñando el espacio local, que es el que ocupa la gente de carne y hueso. Las encuestas de las Naciones Unidas dicen que un 66% de los ciudadanos del mundo no se siente representado por unos gobiernos que han abdicado de su función de controlar los fenómenos globales. La legitimidad democrática se erosiona y esto supone un grave riesgo para el futuro de todos. La regulación democrática de la globalización permitiría aprovechar sus oportunidades y minimizar sus riesgos:La regulación del proceso de globalización, por medio sobre todo de la construcción de una democracia global, es el instrumento idóneo para conseguir extender las oportunidades y, a la vez, reducir los riesgos que conlleva.Hay un principio que señala que “cuando no hay igualdad, la libertad oprime mientras que la ley libera”. Esta idea ejemplifica muy bien lo que sucede hoy en día: Ni todas las personas ni todos los pueblos del mundo están en igualdad de condiciones frente a los efectos de la globalización indiscriminada. La regulación democrática debe construirse, por lo menos, desde dos flancos, uno macro y otro micro, cuyos elementos esenciales resumimos a continuación:

-El nivel macro tiene que ver con la apertura de las principales instituciones internacionales (FMI, BM, OMC, Consejo de Seguridad de la ONU), para que todos los países del mundo tengan el mismo poder de decisión (de tal manera que cada país sea igual a un voto).

En una democracia local, por ejemplo, nadie toleraría hoy en día que el voto de un multimillonario valiera más que el de otro ciudadano. Este principio de igualdad debe guiar la reforma de los organismos internacionales y la construcción de la necesaria democracia global.

También se debe trabajar para que estas instancias tomen sus acuerdos con la mayor trasparencia posible; ya se sabe que es más difícil que surjan dudas cuando la toma de decisiones es transparente.

Además, se debe valorar la posibilidad de que las principales organizaciones civiles que han venido trabajando pacíficamente por definir alternativas al camino por el que discurre esta globalización, puedan tener una participación activa (como observadores, por ejemplo), en estas organizaciones.

Por último, la tarea prioritaria que ha de acometer este entramado institucional es la lucha contra la pobreza y la discusión de varias iniciativas como la Tasa Tobin, la Propuesta 20/20, la renta básica de ciudadanía y los códigos éticos para empresas transnacionales, entre otras.

-El nivel micro es el que conlleva la asunción de responsabilidades individuales en la construcción de esta democracia global.

Está en nuestras manos, como ciudadanos, sensibilizar y presionar a los agentes políticos y empresariales, para que regulen los efectos inmediatos que está provocando este tipo de globalización.

Hay muchas puertas abiertas para ser cruzadas, por ejemplo el ejercicio del consumo responsable, el fomento del comercio justo y la demanda de fondos de inversión ética.

En síntesis, significa volver a encontrarnos en el escenario común de la política, pues los asuntos públicos son como nuestra casa, a la que debemos ciertas atenciones. Si no cuidamos el tejado, la calefacción, las cañerías, los suelos, nuestra casa común (los asuntos públicos) podría derrumbarse y dejarnos a la intemperie.

Grandes olas de la globalización(Cuarta y última parte) :Otros autores

Las 3 olas de la Globalización serían :


Primera gran ola de globalización (1500) : “Descubrimiento” de América y ”Circunnavegación de África “.

Tras la conquista de América por los españoles, tuvo por eje el comercio regional.
Empezó por caracterizarse por la Innovación e industria importante: Máquina de vapor y algodón, después por el desarrollo de la industria textil y la invención de la máquina de vapor.
La aparición de la gran industria constituyó la economía de la época. El trabajo artesanal y la manufactura fue sustituido por la máquina.
Su principal desencadenante es el “Descubrimiento de América “(1492), acontecimiento que permite tener, por primera vez, una imagen global del planeta al tiempo que incluye a un nuevo continente en la dinámica comercial, económica y política de aquel entonces. En este énfasis integrador , se afirma con el auge del mercantilismo (1500-1800) y se acelera posteriormente con la irrupción de la revolución industrial en Inglaterra (1783-1800); acontecimiento que facilita la adopción del sistema capitalista como forma de organización social, política y económica.

La incipiente industria demanda la incorporación de territorios de ultramar con el propósito de obtener de ellos, primero, materias primas elementales para el funcionamiento de la industria (por ejemplo, el algodón), y más adelante, convertirlos en mercados emergentes para vender en ellos los excedentes de producción inherentes a esta transformación productiva (la revolución industrial va a permitir un aumento espectacular de la producción de bienes, hasta el punto de que éstos no pueden ser absorbidos por el mercado local, al contrario de lo que sucedía con el anterior sistema de producción artesanal).A partir de este momento, el mundo vive un febril proceso de interconexión económica que se va a extender –pasando por sucesivas fases de auge y caída, debido al carácter cíclico del capitalismo– durante el siglo XIX y los primeros años del XX. Para darnos una idea de la importancia de este fenómeno, citaremos que el volumen del comercio internacional en 1870, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, era bastante similar al actual (Toribio, 2001: 6).La primera ola globalizadora llega a su fin unos años antes del estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), cuando las distintas naciones del orbe empiezan a percatarse del auge de tensiones en el escenario internacional (que desembocarían en la conflagración), y deciden protegerse aislándose del resto del mundo, por medio del uso generalizado de altos aranceles y otros instrumentos que limitan las relaciones comerciales. Este hecho se conoce, en los estudios sobre relaciones internacionales, como la política de la tortuga, porque los países buscan seguridad retrayéndose dentro de sus caparazones. Se trata de una política que va a ser aplicada durante el período de entreguerras (1914-1945). 2). Segunda gran ola globalizadora : Revolución industrial: finales del XVIII y principios del XIX. . 1800 en adelante, se centró en la industrialización:

- Grandes movimientos migratorios.

- Aumento del comercio y tasa de apertura.

- Aumento de las inversiones extranjeras .

Unos pocos meses antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), las potencias vencedoras de occidente (principalmente los Estados Unidos e Inglaterra), se muestran interesadas en tratar de relanzar el proceso de globalización que el mundo había experimentado antes de la primera gran guerra. La Conferencia de Bretton Woods fue convocada en junio de 1944 para crear un nuevo orden económico internacional que fuera idóneo para asumir esta tarea.Frutos de este encuentro internacional, son el Fondo Monetario Internacional (FMI), que nace con la tarea de regular y supervisar el sistema monetario mundial, y el Banco Mundial (BM) al que se atribuye la función de fomentar la reconstrucción de las zonas devastadas por la guerra y el desarrollo internacional. En 1945 se añade a estas instituciones el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), conocido desde 1995 como Organización Mundial del Comercio (OMC), para establecer reglas que favorezcan las relaciones comerciales y las inversiones en el mundo.Este nuevo entramado orgánico a escala global logra recuperar el empuje globalizador, sobre todo en el terreno comercial, que el mundo había experimentado con anterioridad.
Un indicador de este éxito es el hecho que desde 1950 hasta 1999, el comercio mundial creció muy por encima de la producción en el planeta, lo que significa que muchos de los bienes y servicios que consumimos en nuestros países son producidos en otros .A partir de la década de los años 70 del pasado siglo, la globalización empieza a tomar un matiz particular, centrándose de forma paulatina en el campo financiero. Un elemento que motiva este cambio es el desarrollo acelerado de las tecnologías de la información y la comunicación. Se empieza a masificar (sobre todo en los años 80 y 90) el uso del satélite, el fax, el móvil e Internet (por poner sólo algunos ejemplos), instrumentos que permiten con enorme facilidad mover el dinero por el mundo.Las tecnologías han facilitado que el capital se desplace libremente por la geografía del planeta los 365 días del año y las 24 horas del día, en busca de beneficios económicos inmediatos obtenidos u obtenibles por medio de la especulación. Por ello, se ha llegado incluso a comparar al mundo como un gran casino, donde el dinero juega en busca de más dinero. No existen barreras ni leyes (y parece que tampoco voluntad política) para evitar que esto suceda. Los nuevos capitalistas prefieren recurrir a este camino para la obtención de beneficios a corto plazo, antes que invertir en proyectos productivos, lo que limita la generación de riqueza social (pues, si hay menos inversión productiva, habrá menos empleo, menos impuestos para pagar obras sociales, etc.).
En resumen, en abril de 1998, los mercados de divisas movían diariamente 1,5 billones de dólares en el mundo, es decir, cien veces más recursos que el comercio mundial (Atienza y Gómez, 2000: 9). Además, el dinero en constante movimiento es un elemento que genera inestabilidad y crisis financieras recurrentes con elevados costes sociales y políticos para el mundo pobre. A este tema nos referiremos más adelante.

3 )Tercera ola :Finales del XX: Cambios técnicos e institucionales.Es en la que estamos inmersos, la que está cambiando nuestras vidas.

Hay una diferencia esencial entre estas dos grandes experiencias globalizadoras mundiales (primera y segunda ola ):

- La primera gran ola globalizadora se centró -básicamente- en el campo productivo y comercial, y los Estados de entonces jugaron un papel fundamental en el proceso: eran ellos los que gobernaban y dirigían la integración de sus naciones con el resto del planeta, ya sea por medio de acuerdos políticos, comerciales o avances militares.

-La segunda gran ola globalizadora se viene centrando cada vez con mayor intensidad en el campo financiero y especulativo, gracias al uso masivo de las tecnologías de la comunicación, pasando por encima de los poderes públicos. Es decir, la segunda ola está socavando el poder de los Estados para controlar las consecuencias de este fenómeno.

Grandes olas de la globalización(Tercera parte ):Ernesto Estrada Araque: Atlas cultural de las tres olas