miércoles, 9 de junio de 2010

Breves conclusiones sobre la Gobalización

1. La forma en que se está construyendo esta globalización, paradójicamente, no permite concluir que se trate de un fenómeno global. Al contrario, el proceso es bastante selectivo, ya que prima lo financiero y especulativo y, en los aspectos comerciales y de inversiones productivas, se limita sólo a conectar entre sí a las zonas geográficas más dinámicas del mundo, lo cual provoca una mayor y más profunda marginación de los países y pueblos pobres.

2. Este tipo de globalización, que sobredimensiona el factor financiero y especulativo, está transformando cualitativamente la esencia del capitalismo, sistema que nació con la idea de centrarse en la producción de bienes y servicios como medio para generar riqueza individual y social. Hoy, constatamos que predomina la especulación sobre la producción para crear beneficios inmediatos (más propio de los sistemas pre-capitalistas), lo cual cuestiona la raíz y el motor del capitalismo como sistema económico.

3. Esta globalización no está ayudando a fomentar el desarrollo del Sur. Se ha publicitado de forma reiterada que las oportunidades comerciales, financieras y tecnológicas que acarrea la globalización conducirán al desarrollo de los pueblos pobres. Pero esto, más que una idea contrastada, es un acto de fe. Debe quedar claro que una globalización equilibrada y democrática es un requisito necesario pero no suficiente para alcanzar el desarrollo. El desarrollo es ante todo, un proceso de asunción de responsabilidades internas que implica, entre otras cosas, la conclusión del proceso de construcción de ciudadanía, el mantenimiento de la paz interna, la reducción de gastos militares, el fortalecimiento del estado de derecho, la lucha contra la corrupción, la lucha por la cohesión social y por el mantenimiento de las condiciones macroeconómicas y un mayor esfuerzo productivo en el campo de las inversiones y las infraestructuras. En esta dinámica todavía tienen mucho que decir los pueblos y los dirigentes del Sur. Por ejemplo, una nación como Brasil poco podrá avanzar en el camino del desarrollo y el bienestar para la mayoría de su población, si el 4% de sus ciudadanos sigue disfrutando del 50% de la riqueza del país. En este caso es necesario la adopción de políticas internas que permitan redistribuir equitativamente estos ingresos.

4. La forma en que se está llevando a la práctica esta globalización es el resultado de una opción política y social; es decir, es un proceso de construcción humana (no es un mandato divino, de origen sobrenatural, que se nos ha impuesto), de modo que podemos influir en él. La globalización puede y debe ser regulada por medio de una nueva democracia global, que coloque al ser humano en el centro del proceso. Aunque se haya extendido la falsa idea de que las acciones individuales no influyen en los fenómenos que nos rodean, idea que nos lleva a la apatía y aumenta nuestro individualismo, y aunque muchas personas digan que la política de nada sirve, vale la pena subrayar que muchas de las decisiones que nos afectan día tras día se toman bajo el amparo o imperio de la política. Pero, también debemos darnos cuenta de que, en las márgenes de la política, hay muchos ejemplos que nos muestran que la suma de pequeñas acciones individuales se convierte en grandes transformaciones. Ya lo dice un viejo proverbio africano: mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo pequeñas cosas, pueden cambiar el mundo.

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